El canal más valioso de la televisión chilena

LaTercera

En 12 años, el CDF tiene más de 800 mil abonados que pagan por la señal premium. La consultora PwC valorizó la estación en US$ 967 millones, 47% más que hace cinco años. Este 2015, la ANFP deberá decidir si compra el 20% que está en manos del empresario Jorge Claro.

por Jessica Marticorena / Víctor Cofré

El fútbol profesional chileno tiene plazo hasta el 31 de diciembre de este año para tomar una decisión relevante: comprar el 20% del Canal del Fútbol (CDF) que hoy está en manos del empresario Jorge Claro Mimica. La opción, denominada call, es parte del Pacto de Accionistas suscrito en abril de 2003, cuando Claro -a través de Gestión TV, donde participan otros socios minoritarios- y la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) acordaron que la entidad tendría el 80% de la compañía que entonces comenzaba a operar. Con ello, dieron paso al debut de un modelo inédito en la industria televisiva local, “en el cual el fútbol es dueño de su imagen y la comercializa por sí mismo, a diferencia de otros países que venden sus derechos a terceros”, dice Martín Awad, director ejecutivo del CDF.

El proyecto, 12 años después, se convirtió en la estación televisiva más valiosa de la industria nacional, la que recientemente fue valorizada en US$ 967 millones (con un tipo de cambio proyectado de $ 625), según un informe de marzo pasado elaborado por la consultora PwC.

“Hemos estimado el valor económico del patrimonio del CDF al 31 de diciembre de 2015 en US$ 967 millones”, consigna el reporte.

La cifra pone al CDF a la cabeza de las televisoras nacionales. Para tener una referencia: en 2010, Sebastián Piñera vendió Chilevisión a Time Warner en unos US$ 155 millones; ese mismo año, Andrónico Luksic desembolsó US$ 55 millones por el 67% de Canal 13 y, dos años después, el grupo Bethia pagó poco más de US$ 180 millones por el control de Mega.

Si hace más de una década el CDF era un canal de nicho, hoy la televisora ha alcanzado una gran masividad. En 2014, el canal básico del CDF se vio en 2,7 millones de hogares, unos 802 mil clientes pagaron por la señal premium, otros 80 mil estuvieron abonados a la señal HD y 7.500 a internet. Para 2015, PwC estima que se seguirán sumando abonados: totalizarán 2,8 millones los suscriptores al plan básico, 813 mil a la señal premium y 113 mil clientes al segmento HD.

Como efecto de lo anterior, la consultora proyectó un salto en su desempeño económico. Hacia fines de este año, los ingresos de la estación televisiva llegarán a US$ 122 millones, un 8% superior al registro de 2014; con un Ebitda de US$ 84 millones y utilidades por US$ 65 millones, un 4,6% mayores al período anterior.

Las buenas proyecciones están cimentadas en las auspiciosas perspectivas que se prevé tendrá el mercado de la televisión de pago en los años venideros. En su análisis, PwC incluye una proyección sobre la evolución de la industria regional y local. “Chile será el segundo país con mayor crecimiento en la región, principalmente, porque también tiene un amplio rango para aumentar su penetración por hogares”, indica el reporte, que estima un crecimiento promedio del 7,5% de los abonados en el país, entre los años 2014 y 2018.

Para el CDF, la proyección es clara. “Estimamos que para el año 2016 habrá 2,89 millones de suscriptores de TV pago en Chile, y al año 2025, se alcanzarían los 3,85 millones”. Para ese año, serán 1,6 millones los abonados premium más los HD.

En Chile, continúa el informe, se prevé que el porcentaje de penetración por hogares de TV de pago llegue al 53,9% a fines de 2015. Para 2018, en tanto, se proyecta alcance el 60,3%.

Para estimar los US$ 967 millones, PwC empleó el método de los flujos de caja descontados y aplicó una tasa de descuento de 10,8%.

Un director del CDF cree que incluso la valorización quedó corta. “Es muy posible que valga más”.

Otro dirigente que participó en evaluaciones anteriores coincide en que el valor económico del CDF podría ser muy superior y recuerda que en el CDF las ventas casi equivalen a su utilidad. Bajos costos permiten un margen de explotación que en 2014 llegó al 83%, algo que no se ve en ningún negocio. La clave la ha graficado uno de los socios así: el CDF transmite “teleseries” de alto costo sin pagar por los “actores”. Los clubes pagan el sueldo de los jugadores y los derechos de transmisión no se venden a terceros: son de los mismos dueños del CDF.

El salto en cinco años

La última vez que se discutió la posible compra del 20% a Jorge Claro fue a fines de 2010. Pero el CDF ya no es lo que era hace cinco años. En ese momento, PwC lo valorizó en US$ 659 millones.

La fórmula para fijar el precio a pagar por ese 20% está estipulada en los orígenes del canal. Si la ANFP quisiera comprar a Claro, el precio a pagar se calcula con una fórmula: el patrimonio del CDF se determina multiplicando por 10 veces el Ebitda (utilidades antes de impuestos) del año calendario anterior al que se ejerza la opción de compra. Una salvedad: Jorge Claro no puede negarse a vender. “Es un derecho irrevocable de compra que tiene la asociación”, dice un cercano al empresario.

Si en 2010 la ANFP hubiera ejercido ese derecho, habría tenido que pagar US$ 107 millones por la transacción. A la luz del informe de PwC de marzo último, se puede concluir que para la ANFP es rentable comprar el 20% de Claro. Hoy, esa participación, según la fórmula fijada en el pacto de accionistas, tiene un valor de US$ 171 millones, US$ 22 millones menos de lo que estima la consultora vale ese porcentaje según la valorización de US$ 967 millones por el 100% del canal. “Mirando lo que ha pasado en este tiempo, claramente a la ANFP le hubiera convenido comprar el 20% hace cinco años, porque si lo hace ahora deberá pagar mucho más”, comenta un director de la asociación.

Otro dirigente calcula que a la ANFP le costó US$ 200 millones la decisión de no comprar hace cinco años, por tres razones. El precio subió US$ 70 millones en el período, la ANFP cedió durante un quinquenio el 20% de los dividendos a Jorge Claro y, tercero, evitó algo que sólo podría resolver si tiene el 100% del CDF: la doble tributación. Los clubes reclaman que el CDF paga impuestos a la renta que los clubes luego, al recibir excedentes vía ANFP, no puede deducir de sus propios tributos y debe volver a pagar.

Por lo mismo, varios dirigentes creen que posponer nuevamente la decisión podría hacer más costosa la compra en cinco años más.

Si la ANFP no ejerce su derecho de compra este año, podrá optar de nuevo recién en 2020, debido a que la opción se activa cada cinco años. Y, según las estimaciones de PwC, el negocio del CDF irá al alza.

La consultora estimó que los ingresos llegarán al 2020 a $ 102.487 millones (unos US$ 164 millones a un dólar de $ 625), un 34% más de lo que proyecta para este 2015. A su vez, prevé que las utilidades al próximo quinquenio rondarán los US$ 87 millones, 34% más que las previstas para este ejercicio.

Si se mira más a futuro, esa trayectoria es más elocuente aún. Al 2025, PwC prevé que el CDF tendrá ingresos por US$ 233 millones (91% más que lo esperado para este año) y utilidades por US$ 130 millones, el doble del período 2015.

La decisión es de tal relevancia para la ANFP, que la entidad viene analizando el tema desde inicios de año. En el verano, el organismo formó una comisión especial, integrada por presidentes y representantes de clubes. Adicionalmente, la entidad contrató a BTG Pactual para analizar las opciones de financiamiento en caso de decidir comprar el 20% del CDF. “El informe presentará alternativas de cómo poder financiar la compra, los pros y contras de cada una. Es, junto con el estudio de valorización económica, uno de los informes más clave para tomar una decisión”, indica un alto ejecutivo de un club.

El próximo 19 de junio, el Consejo de Presidentes se reunirá de manera extraordinaria para analizar el tema. Se espera que en dicho encuentro la comisión especial exponga las ventajas y desventajas de comprar y, al mismo tiempo, sea presentado el informe de BTG Pactual.

No ha sido el único reporte que ha encargado la ANFP relativo al tema. Previamente, hace cerca de un año, la ANFP contrató a la consultora Econsult para analizar los valores de los derechos de transmisión de las ligas del mundo, especialmente de Europa.

Tiempo después, entre fines de 2014 y principios de 2015, encargó el estudio de valorización a PwC y, luego, un informe a TVO, firma del ex ejecutivo de televisión David Belmar, sobre las proyecciones a mediano y largo plazo de la industria de la televisión.

Clave, la administración

Según el esquema fijado en 2010, la repartición de los excedentes del CDF se hace de la siguiente manera: Universidad de Chile, Colo Colo y la Universidad Católica reciben el 25% de las utilidades. Los demás equipos de Primera División se reparten un 57%, mientras que para Primera B llega el 18%. Ese esquema de reparto dura cinco años, renovables, lapso que termina en diciembre. Y aunque otros clubes podrían intentar cambiar esa distribución y abrir así un nuevo foco de conflicto, para hacerlo requieren dos tercios de los votos.

Si bien a simple vista comprar aparece como un negocio rentable para la ANFP, entre los 32 clubes existen dudas. “Indudablemente, hoy estamos más cerca de hacer uso de la opción que hace cinco años, pero todavía no hay una decisión tomada”, subraya un dirigente.

La opción establecida no obliga a comprar todo el 20% de Claro. “Puede ser el 10%, o el 5%, o el 1%, depende de lo que quieran los clubes”, precisan desde la ANFP. Un ejecutivo de un club complementa las alternativas existentes. “La ANFP podría comprar el 20% y, después, vender una parte a un tercero”.

Por contrato y pacto de accionistas, Jorge Claro es el administrador del CDF. La gran pregunta para algunos clubes es cómo se administraría el negocio al salir Claro de la propiedad. “La gestión del CDF es un gran activo, objetivamente se ha hecho una gran administración y el gran temor es que se pierda ese atributo cuando los 32 clubes tengan que definir una administración nueva”, apunta un director de una sociedad que gestiona un club.

La idea, plantea un representante de otro club, podría ser buscar la administración de un tercero que ofreciera garantías a todos. Un punto nada menor considerando que los actores del fútbol lo reconocen como un garante, “una suerte de dique de contención que evita la intervención directa de los clubes sobre las millonarias ganancias”, menciona un ejecutivo de la industria.

El modelo

“Gracias a nosotros, ayudamos a generar un mercado de la televisión de pago bastante competitivo”, asevera Martín Awad. Cuando partieron, recuerda, había un mercado muy concentrado que hacía difícil llegar con el contenido del fútbol a través del sistema de televisión de pago. Lo que tuvieron que hacer, rememora, fue crear un propio canal de distribución, que llamaron ZAP y que tenía al CDF con los partidos en vivo en todos sus planes. “Con nuestra llegada, Telefónica (hoy Movistar) empezó a completar su oferta local con ZAP, después entró Telmex, hoy Claro, y terminaron comprando ZAP”, cuenta.

La receta del éxito, dice, es que han buscado ampliar la cobertura, mejorar el producto y las tecnologías. Partieron transmitiendo cuatro partidos y a contar del segundo semestre de este año transmitirán toda la Primera División del fútbol nacional en vivo y en directo. En total, serán ocho partidos. Cada fin de semana, detalla, salen casi 500 personas a producir estos encuentros, a los que se suma uno de Primera B y otro de fútbol joven. En total, producen 300 partidos al año en vivo.

Venden la primera exhibición de los goles profesionales a TVN, que se adjudicó la licitación hace dos años. Chilevisión tiene la segunda ventana, que le permite exhibir con mayor profundidad los partidos en el noticiario de la medianoche. Después, se liberan los goles para libre uso de los noticiarios.

En palabras de Awad, la gracia del negocio es una sola: el dueño del contenido administra el contenido, sin intermediarios.

Clave en el éxito del modelo son los costos. Mientras los ingresos suben conforme la base de usuarios crece, los costos suben menos. Este año CDF tendrá costos por US$ 21 millones, básicamente por la transmisión de los partidos, lo que se externaliza a Chilefilms. “La estructura de costos es relativamente liviana, porque no hay grandes costos en mantener estudios”, dice un dirigente del fútbol.

El grueso de los ingresos que recibe el CDF -más del 80%, según PwC- corresponde a los ingresos provenientes de los operadores de televisión por suscripción. El pago que hacen los abonados a su servicio CDF Premium es un negocio importante, cuyo valor varía según el cableoperador que se contrate. Cada abonado paga al mes entre poco más de $ 6.000 hasta $ 6.800, detalla Awad. “Es el producto que tiene mayor valor y a fines de 2016 esperamos tener más de un millón de abonados premium”, prevé.

La publicidad es otra entrada del CDF, con el 13% del total. Otra llave de ingresos es la venta de los derechos exclusivos para transmitir por televisión los goles del campeonato, que contribuye con el 4% de los ingresos globales.

Un modelo de negocios que no ha estado exento de denuncias por eventuales conductas contrarias a la libre competencia, acusaciones que la Fiscalía Nacional Económica ha desestimado.

Este 2015 será un año de definiciones, porque también a fines de este año el CDF deberá volver a licitar los goles. Tras pagar alrededor de US$ 16 millones, TVN se adjudicó a través de una licitación los derechos de transmisión de los compactos de los partidos de Primera División, la Primera B y la Copa Chile para el período 2013 y 2015. En el mercado se espera que esa cifra se incremente ostensiblemente en el nuevo proceso que se abrirá a fines de año.

Ello, teniendo en cuenta un dato adicional. A fines de 2012, Mega golpeó al mercado al ofrecer una cifra récord de US$ 106 millones por todos los derechos de la selección chilena, para el proceso eliminatorio para el Mundial de Rusia (2014 a 2018). Atrás quedaron los US$ 17 millones que recaudó la ANFP para el proceso clasificatorio de Corea del Sur y Japón 2002.

Hacia adelante, el canal tiene grandes expectativas. “Esperamos mantener un buen nivel de crecimiento, a través de potenciar los canales de distribución (…). La próxima década puede ser más vertiginosa que los 10 primeros años”, apunta. Y, para ampliar el abanico de contenido, seguirán intentando tener los derechos para transmitir otras ligas del mundo. Ya trataron sin éxito con la Champions League.


Fuente:Diario La Tercera.-