VÍCTOR HUGO MORALES Y EL GOBIERNO QUE VIENE

“Macri cede a los chantajes del mundo económico”

Por Raquel Roberti

Acaba de presentar El rebenque del diablo. Cablevisión y yo (Ediciones Colihue) y prepara otro libro que espera publicar en abril o mayo. Uno que en principio lleva de nombre Nisman, el suicidio de los medios. Pero hablar con Víctor Hugo Morales es hablar de política. De la realidad política que atraviesa el país.

–¿Cree que Mauricio Macri va a mantener lo conseguido, como dijo en el último tramo de la campaña?
–La ideología es completamente distinta. Las presiones que va a tener y a las cuales va a acceder serán muy fuertes. Ya Etchevehere dijo: si nos quitan las retenciones y nos ponen un dólar único tenemos 8.500 millones de dólares. El próximo gobierno tomará lo que este señor le negó al actual. Son los chantajes del mundo económico y Macri los va a aceptar. Porque es su ideología, no lo va a sentir como chantaje sino como algo natural. Algunas cosas tratarán de mantener, pero los recursos serán más complicados de obtener y habrá un resentimiento. Todo el mundo corporativo va a presionar. Aparecerá (Paolo) Rocca, aunque no va a presionar porque va a tener el dólar en lo que él necesita para que le bajen los costos, una idea que Macri tiene de toda la vida, ya que es un empresario y no quiere costos de los empleados. Eso marcará, desde mi punto de vista, retrocesos inevitables. En cuanto a la Justicia no sólo no va a cambiar nada sino que se van a acentuar las influencias de lo que llamamos el partido judicial. Se presenta un afianzamiento de la corporación en su parte más tramposa, más ajena a cualquier ideal de justicia, porque se corresponde con los que son los patrones del momento, los medios, Héctor Magnetto, los industriales, Techint, la Sociedad Rural, Etchevehere, y como siempre los curas de la derecha. Eso compone una cúpula de presiones que Macri atenderá con mucho gusto porque piensa como ellos. No lo van a someter a ninguna situación que éticamente lo predisponga negativamente.

–¿Tendrá presiones de otro tipo, a través de los gobernadores opositores o del Congreso?
–En el Congreso tendrá a Massa como aliado y Cambiemos tiene una buena cantidad de legisladores. Pero Macri no va a tener problemas en gobernar por decreto. La contra es ideológica, es lo que tendrá que bancar en los discursos de cada diputado o senador escandalizado por los pasos que van a dar.

–¿Cree que el FPV puede volver al poder?
–El piso es bueno, aunque ese 49 por ciento del balotaje no es propio, el real es de 37/40 por ciento. Desde ese piso, cuando empiecen las medidas que herirán a una parte de la sociedad que votó a Macri, tiene para crecer hasta el límite de poder pelear mínimamente balotajes. Por otra parte, la enjundia política de la Presidenta, de (Axel) Kicillof, de todos los que van a estar en el Parlamento, es muy fuerte. La presencia desde el punto de vista de defender lo ideológico y la carga que habrá contra las medidas neoliberales que se vayan adoptando será muy fuerte. Lo que pasa es que la genialidad de Magnetto fue construir, de la nada que era Macri hace un tiempo, un poderosísimo partido de derecha que podría repetir el plato de (Carlos) Menem en el ’95 dentro de cuatro años.

–En estos doce años el FPV gobernó en soledad, no tuvo oposición para debatir ideas…
–No, tuvo una pelea mediática, la idea era destruirlo desde los medios y frente a eso el kirchnerismo eligió algunos caminos que siempre reprobé, por ejemplo, no responder. Creer que el enemigo era Macri, (Ricardo) Alfonsín, (Ernesto) Sanz, (Elisa) Carrió, el que fuera. El enemigo es Magnetto, había que decirle: ustedes son los corruptos, los ladrones, los sinvergüenzas, y decírselo con pruebas, porque no resisten una discusión con argumentos.

–¿En qué otra cosa se equivocó el kirchnerismo?
–No se dio cuenta de la construcción política que le estaban haciendo. Confió ciegamente en el capital ideológico, me parece que quedó dentro de una burbuja. Y se fue dejando llevar, no salió a la calle ni siquiera para decir que es una mentira lo de Nisman. A mí no me gustó el memorándum con Irán, por ineficaz, por lo desgastante que resultó meterse en esa lucha para no lograr nada. Para colmo Irán nunca jugó el partido a la par de la Argentina, no ayudó con nada.

–¿Qué sentimientos le despiertan los sectores que llegan al gobierno?
–Me pasé toda la vida peleando contra ellos, son dos generaciones mías quemadas en el altar de los ideales de la izquierda. Desde ese lugar, ¿cómo querés que vea a la derecha? Económicamente siempre la vi como un monstruo. Hay quien dijo que el capitalismo es un crimen perfecto. El neoliberalismo también lo es, pueden volver sobre la víctima, vienen otra vez con el mismo puñal con el que nos asestaron mil puñaladas en el corazón en los ’90, lo limpiaron con una toalla y nos lo quieren hundir otra vez… La metáfora es un poco sangrienta y exagerada pero es como yo los veo. Ahora Macri es un símbolo del poder con el que se quedaron, siempre tuvieron personas que por debilidad, Menem, (Fernando) De la Rúa, se ponían de rodillas frente a ese poder, ahora Macri no está de rodillas, es ese poder.

–¿Cree que podrá mantener la libertad de expresarse?
–¿Qué me lo podría impedir? En todo caso seguirán haciéndome juicios. ¿Cómo puede ser que Etchevehere anuncie que tiene resguardados 8.500 millones de dólares, que decidió parte de la suerte política del país, que no fueran atendidas o pensadas leyes para los más vulnerables? Esta gente te degüella de parado. Lo hace sin pensar que está mal. Es su naturaleza. Es contra eso la pelea. Las guerras personales no sirven para nada. Podría haber sido un hombre de radio, ganando muy bien, viajando por el mundo, y diciendo todo esto en la mesa del café, sin correr riesgos. Pero me mato antes de eso, que me caiga un rayo y me parta. Sólo me cabe la dignidad de la derrota de todos los días.

–¿Piensa combatir al macrismo, de qué manera?
–En cuanto a herramientas periodísticas, desde el lugar más serio que sea posible, encarando la situación nueva de la Argentina si efectivamente, como parecería que tiene que ocurrir, se va a lanzar al neoliberalismo. En cuanto a herramientas desde el punto de vista de los medios, no lo sé; tengo la impresión de que muchas cosas se pueden caer, porque los medios toman nota de que se viene un poder tremendo de quienes tienen la pauta de la Nación, de la Ciudad, de la provincia de Buenos Aires y de alguna manera también de Córdoba, con lo cual no hay medio que se resista a semejante poder. Y dentro de esos medios uno va a tener márgenes muy difíciles de encontrar. Entiendo que voy a perder muchas cosas en esta semana.

–¿Podrá seguir desde Telesur?
–Con ellos tengo un contrato de dos meses que termina el 18 de diciembre, les debía algunos programas y estoy cumpliendo. Por otra parte, la penetración de Telesur en la Argentina está limitada, está en canales bastante alejados del centro neurálgico, mediático, televisivo, con lo cual tiene una influencia moderada; tiene una actividad ideológica interesante pero para elites intelectuales.

Cablevisión y Víctor Hugo

Morales define su libro, El rebenque del diablo, como “catártico”, ya que cuenta la historia del partido entre Boca-Real Madrid, por la Copa Intercontinental en el año 2000 y la del juicio que generó la decisión de retransmitirlo en el programa Desayuno, que conducía por Canal 7. En ese momento, Cablevisión, del Grupo Clarín, contaba con los derechos exclusivos de transmisión a través del servicio de cable. El 17 de septiembre pasado, la Corte falló en contra del periodista (no del canal ni de la producción).