Me siento bien rompiendo con la cultura del dólar

“Me siento bien rompiendo con la cultura del dólar”

–¿Cómo se decidió pedir que políticos y empresarios pesifiquen?
–Me di cuenta de que para que a mí me vaya bien con el dólar le tiene que ir mal al país, es decir, el dólar tiene que saltar por los aires. Y yo quiero salir de esa trampa conmigo mismo, de mi propia especulación, que la he tenido siempre como parte de esa cultura. Quedé muy impresionado por la locura de la gente, poco menos que matando por un dólar cuando agredieron a los colegas de Canal 7. Yo no quiero estar de este lado de la especulación. Con franqueza, ya había decidido hacerlo por mi cuenta.
–Cristina hizo un llamado a que su Gabinete copiara su ejemplo…
–No necesita ni decirlo, pero creo que el mayor esfuerzo lo hace ella porque estamos hablando de un dinero muy pesado. Los demás funcionarios deben estar, más o menos, en mis condiciones. Las cifras que yo pesifico son fuertes, los ahorros de un tiempo largo, pero igualmente es una cifra que está lejos de lo de la presidenta. Creo que los funcionarios lo van a hacer con mucho gusto. Le debo mucho a esta sociedad, y lo que hago es una mínima contribución. Quiero creer en otra cosa, si me siento mejor rompiendo con la cultura del dólar, rompo con el dólar, de eso trata.
–¿No le pareció injustificado el cacerolazo por el dólar en algunos barrios?
–Desde ya. Pero los medios involucrados en esto le dieron una trascendencia como si hubiese habido 2 millones de personas. Así, el resultado de cualquier maldad que se haga es multiplicado. Hubo una campaña mediática, y estamos en un año complejo, donde hay que levantar las defensas de la población, explicando que se trata de intereses, que atañe entre otros puntos a la Ley de Medios. Me mortifica la ingenuidad de la mayor parte de la gente que no recibe información, piense que cuando se les dice algo se les dice desde el lugar sacrosanto del periodismo.
–¿Cree en la pesificación?
–Nos hemos acostumbrado a vivir de una manera muy extraña para el resto del mundo. Quizás no sea en el único rubro, pero en este del dólar es, verdaderamente, el único lugar que yo conozco. Este es el único país que vive en función del dólar, pensando en el dólar, y eso también es una forma de dependencia en la que todos hemos caído.