El backstage de las mañanas de Víctor Hugo en Continental – Miradas al Sur Domingo 11 de abril de 2011

uno

dos

11-04-10 /  Cómo se hace el programa de radio del periodista que causa polémica por no ser antikirchnerista.

  La luz roja encendida. Ambos brazos alzados. Silencio absoluto. Una mirada al operador. Se prende la luz verde. Comienza el show radial.

La manera en que Víctor Hugo Morales se desenvuelve en la mesa del estudio de aire bien podría
compararse con el trabajo de un director de orquesta: coordina el equipo, lleva los tiempos y el compás del programa, entendiéndolo como una unidad y desde una concepción sonora. “Él tiene registro de si hace mucho que no habla un columnista, o que no suena una música tranquila, o un rock, o si deben ir archivos de audio”, cuenta Fabiana Segovia, coordinadora general del programa. Ejemplo: mientras entrevista en vivo a un maestro de San Luis por el conflicto docente, le dice rápidamente a Hernán Avella,  su operador: “Calle angosta para cerrar”. Y con esa canción Víctor Hugo ideó el remate  del bloque como si hubiera estado planeado desde muy temprano.
Desde hace tres años, de lunes a viernes de 9 a 13 horas, Víctor Hugo Morales está al frente de La mañana, por Radio Continental (AM 590). Lo antecede Magdalena Ruiz Guiñazú en el prime time de la primera mañana y lo sigue Fernando Bravo, a cargo de las tardes de esa emisora. Desde su desembarco en las mañanas de Continental hasta la actualidad, muchas polémicas se desataron en la Argentina. Su ferviente defensa a la ley de medios –y antes su pronunciamiento a favor del fútbol para todos– produjeron gran impacto en su audiencia, además de la sorpresa de muchos de sus colegas.

Los que no se oyen. Detrás del vidrio hay, además de un operador, un equipo de productores que trabajan a lo largo de todo el día para producir un programa que, a parte tratar los temas de actualidad, busca diferenciarse a través del abordaje de temáticas no coyunturales, vinculadas a la ciencia, la música y el arte.
Después de cada programa, el equipo completo se reúne para discutir las posibilidades para el día siguiente. Luego, desde las 13 hasta la medianoche, Agustina Zeballos y Silvio Ferrer se encargan de grabar los canales C5N y TN a fin de registrar testimonios y declaraciones sobre las noticias más destacadas. “Tomamos cinco posturas de un mismo tema; a veces les sumamos una cortina musical. De esa manera presentamos un tema determinado, en vez de leer los diarios”, cuenta Zeballos. María González Bergez, a cargo de la producción periodística, cuenta que el ritmo del programa les exige estar produciendo todo el día. “Yo llego a las 5 de la mañana a la radio. Mientras se realiza el programa de Magdalena trato de evaluar qué temas tienen continuidad y qué temas no, porque Magdalena hace el diario y nosotros tenemos que ir para adelante. Hay temas que sirven, a partir de los cuales nosotros podemos buscar otro punto de vista y continuarlo. Además leo los diarios del mundo –Le Monde, Le Figaro, The New York Times– que brindan información novedosa en materia científica o política. Trabajo con los cables de noticias y me contacto con gente que pueda tener nueva información. Pero lo ideal es hacer los temas que preproducimos el día anterior, que son originales, además de lo que sucede a último momento”. A las 8 de la mañana se reúne el equipo completo a fin de discutir todo lo trabajado hasta el momento. “Cuando llega Víctor Hugo se le tira el menú de lo que hay, arriba de la mesa; tiene unas 70 hojas y con eso él empieza a dirigir la orquesta”, cuenta Segovia. Zeballos agrega que “una vez planteado el sumario del programa, nos ponemos a pensar en la apertura, que para Víctor Hugo es lo más importante. Siempre llega con una preocupación en la cabeza: ¿cómo abro el programa? Y por lo general no tiene ganas de hacerlo con una cuestión política, sino con algo que aliviane y distienda, porque venimos después de Magdalena, que hace un programa muy crudo a nivel información. Una vez definida la apertura, el programa va solo”.
González Bergez cuenta que a Víctor Hugo “hay temas que no le gusta abordar, y no hay caso; pero a veces cede, como los casos de inseguridad o temas de actualidad que ya están muy tratados. Trabajar con él es fantástico, es muy curioso. Es receptivo, confía mucho en nosotros y además es creativo. Tal vez te llama un domingo y te pide que le traigas a fulano y te volvés loca para encontrarlo. Pero la verdad es que se luce lo que hacés”.

Mirando los espejos. Sobre el rating y la competencia con los otros programas, Zeballos cuenta que desde la producción utilizan los servicios de una página web que levanta las notas que hacen las radios más importantes, “entonces nos vamos fijando quiénes salen y en dónde, porque a Víctor Hugo no le gusta hacer notas si ya salieron en otras emisoras. Siempre estamos con la presión de tener que convencer al entrevistado de que nos dé prioridad. Por lo general salen con quien llamó primero, y los políticos en particular tratan de salir por la radio que más se escucha. Continental está tercera, por lo cual para muchos es más importante salir en la 10 que salir acá”.
Y agrega que “a partir del fútbol hubo un cambio en los oyentes. Desde ese momento hasta la actualidad, en que Víctor Hugo se manifestó en muchas cosas a favor del Gobierno, hemos bajado menos de un punto. En agosto de 2009 estábamos en 16 y ahora estamos en 15 y monedas. El rating nos banca”.

Entre sumas y restas. Todos los productores coinciden en que a partir del apoyo de Víctor Hugo Morales al fútbol para todos y más aún a partir de su postura a favor de la ley de medios, hubo un notable cambio en los oyentes. Al principio, muchos llamaron criticando su postura y expresando su enojo con el conductor –incluso aún lo siguen haciendo–. Al mismo tiempo, también observaron otro fenómeno: un público más joven empezó a comunicarse. Cecilia Pintos, quien escucha los mensajes y selecciona los que luego salen al aire, cuenta que reciben alrededor de 500 llamados por día, y que los filtra bajo la premisa de “poner siempre opiniones variadas”. Fabiana Segovia tiene la certeza de que “la gente llama cuando está enojada, pocas veces lo hace para felicitar. Muchos llamaron enojadísimos: ‘¿Qué pasa que ahora te hiciste kirchnerista?’. No sé si siguen escuchando el programa o no, pero lo cierto es que siguen llamando. Verdaderamente es una tristeza. Él no se hizo kirchnerista, y resulta difícil que te juzguen por estar a favor de algo del Gobierno. A la gente no le gusta el periodismo a favor, le gusta más el periodismo que se enfrenta”.
Agustina Zeballos trabaja también en Magdalena Tempranísimo, donde está a cargo de los mensajes, y sobre el perfil de los oyentes sostiene que “de 9 a 10 venimos con un rejunte de oyentes de Magdalena; en general son gente mayor y bastante gorilas, bastante fachos, muy opositores a todo lo que hace el Gobierno. Se quejan de todo y nada les viene bien. A partir de las 10 empieza a haber oyentes de entre 25 y 40 años, muchos estudiantes, profesionales, gente que si bien critica, argumenta y lo hace con respeto”.  Agrega que “hubo un recambio de oyentes; hubo gente grande que se ha ido, o que dice que se fue, pero no lo sabemos. Lo que sí notamos es que hay oyentes más jóvenes, que apuestan a tener otra mirada, o a escuchar otra voz que no sea la misma que están acostumbrados a escuchar en los canales y radios más populares”.