A la opinión pública uruguaya

 Solicitada publicada el miércoles 16 de mayo de 2012 en el diario «El País» de Uruguay.

VÍCTOR HUGO MORALES A LA OPINIÓN PUBLICA URUGUAYA

DOCUMENTOS DE LOS TIEMPOS DE LA DICTADURA

 En las últimas semanas a través del Senador Rafael Michellini, hice gestiones ante el Ministerio del Interior y el Archivo General de la Nación, para conocer los archivos que me mencionaran en la época de la Dictadura Uruguaya.
Primero obtuve la información policial reservada con el seguimiento que se me hacia entonces.
Luego, la carpetas correspondiente a mi persona en el Fichero General de la Junta de Comandantes en Jefe del Servicio de Inteligencia de Defensa (SID).
Invito a los medios y a cualquier persona a tomar contacto con mi página www.victorhugomorales.com.ar.ar para conocer lo que allí está documentado entre los años 1973 y 1987. Sólo son omitidos los nombres de otras personas que no debo ni deseo comprometer por la responsabilidad asumida al recibir el informe con relación a los datos sensibles.
Treinta años después de mi labor en el Uruguay resulta kafkiano confrontar con los dichos de un difamador serial del periodismo argentino que fuera entrevistado por ‘El País’ en el marco de la promoción de un libro presentado por la editorial Planeta. Pero es necesario dejar sentada la verdad que contienen documentos que, como los wikileaks, son por el secreto al que estaban destinados, definitivamente confiables.
El afán vendedor del autor y la editorial, mecharon en un libro que no es sobre mi persona, un capitulo en el que mencionaban formas de corrupción periodística que son lo suficientemente ridículas en si mismo como para que sólo puedan darle crédito los que odian por razones políticas.
La sugerencia sobre la etapa del régimen Militar en Uruguay, en cambio, ante el tiempo transcurrido, puede auspiciar una imagen que sí me hiere de solo pensarlo. Es este aspecto de aquella difamatoria nota lo que me llevó a esta solicitud ante las autoridades del Uruguay, a la cual no se animaría nadie que no se sienta seguro de sus actos.
Agradezco a las autoridades que me permitieron, por caminos legales, llegar a mi verdad.
También a quienes participaron de la nota : el diario con el que estuve relacionado mas de 35 años, el autor del libro y la editorial Planeta, porque sin ese decálogo de infamia del artículo en cuestión nunca se me hubiese ocurrido recorrer este camino.
Pude acogerme al recuerdo de quienes me trataron en aquellos tiempos, compañeros y oyentes de entonces, al hecho de haber estado prohibido y preso en una época en la que nada sucedía sin el permiso del Régimen, a la canción del Mundialito del Sr. Beto Triunfo, que desde Radio Oriental popularizamos por encima de la oficial.
O al hecho de tomar la decisión de irme en marzo del 80, en una etapa profesional que me ubicaba en un sitial importante en mi profesión, con un contrato por solamente un año en la Argentina, al que me lancé temeroso de mi situación personal. Estando detenido, y al manifestar mi situación mis colegas Adrián Paenza y Fernando Niembro gestionaron mi pase a la Argentina.
Haber sido parte de la campaña del Frente en el ’99 y haber tenido un ofrecimiento del ex presidente Tabaré Vázquez para integrar su gobierno al iniciar su mandato, son demostraciones de confianza de quienes mejor que nadie podían haber observado comportamientos de las personas públicas en los tiempos de la dictadura. Ellos eran oyentes obligados de lo que se hacia en los medios.
Sin embargo, es mucho más aliviador y concluyente el paso dado en la búsqueda de una parte de mi pasado.

Víctor Hugo