Sin que le sobrara nada, River se trepó a la pelea real en la lucha por el campeonato. Blanqueó por completo su situación y es uno de los que tiene derecho a pelear por el título, aun con las limitaciones futbolísticas que exhibe en cada partido el equipo de Ramón Díaz. Respetándose que todavía hay una distancia a favor de Newell’s y de Lanús, debe considerarse como una gran campaña la que están haciendo los Millonarios, que saltaron del fútbol del ascenso a la pelea por el campeonato en la liga mayor.
El partido con All Boys fue jugado con una cierta prolijidad pero sin que hubiese ni una sola situación emotiva porque River nunca consiguió ser profundo y porque All Boys también mostró sus limitaciones. El buen trato de pelota y la buena actitud del local no alcanzaron porque el partido se fue apagando poco a poco y no llegó a convertirse en el gran espectáculo que se esperaba, sobre todo en el arranque del segundo tiempo. Ahí fue cuando River salió a jugarse el todo por el todo. Se notó que en el entretiempo hubo una bajada de línea de Ramón Díaz a sus jugadores, señalándoles que no se podían perder la gran oportunidad que tenían los millonarios de alzarse hasta quedar a tres puntos de Newell’s y a dos de Lanús. Pero para eso tenían que ganar un partido servido en bandeja ante un equipo que ya era inferior cuando estaban once contra once y que, naturalmente, tenía pocas posibilidades jugando con uno menos desde los 28 minutos del primer tiempo.
Tanto fue el criterio expuesto en ese sentido por Ramón Díaz que lo puso a Luna en lugar de Rojas, enviando un mensaje. El partido tenía que ser jugado por River con una actitud netamente ofensiva. El gol de Lanzini a los cuatro minutos de la segunda parte pareció tarde pero le dio la tranquilidad que esas tribunas atestadas necesitaban. Sin embargo, y como pasó frente a Quilmes, el equipo empezó asumir riesgos, a no ir a liquidar el partido. Y de esa manera pasó algunos sofocones absolutamente innecesarios. Lo que River tenía que hacer después de convertir el primer tanto era encarar el partido de la forma que lo había hecho hasta entonces.
La victoria de Newell’s, que es indiscutiblemente el mejor del campeonato, sólo comprometido por tener que jugar los dos frentes, y el empate de Lanús estaban invitando al Millonario a decidirse por una victoria impostergable para permanecer en la pelea por el campeonato. River se llevó más de lo que su juego merecía pero al final, con el gol de Luna, el resultado terminó siendo justo. Se fue la multitud de River, por las calles aledañas al Monumental, cantando con la certeza de estar para pelear el campeonato.
El 2 a 0 final terminó siendo el remate de la fiesta, ese remate con contundencia que el hincha necesitaba para inflar el pecho y creer que se puede soñar en grande. El fixture le sonríe aunque tampoco les presenta enormes dificultades a los otros dos de arriba. Los tres equipos que luchan por la vuelta olímpica tienen un calendario que les permite soñar semana a semana con, finalmente, alzarse con el título.