River terminó tocando, brillando, como las luces que se ven en las tribunas

River se fue al descanso sabiendo que si estaba firme y atento, no solamente iba a mantener el resultado sino que lo podía ampliar.

RiverCAmpeonCOntinental

Se festeja desde los palcos, desde abajo, desde todos los rincones de un estadio Monumental que luce fantástico, inolvidable, majestuoso. Llueve mucho y se forma una cortina de agua que no impide, bajo ningún punto de vista, que se concrete esa comunión entre hinchas y jugadores que se unen en un mismo grito, en la alegría que entrega la conquista de la Copa Libertadores de América. River es el color de América, gana la Copa y no hay discusión.

Hay que reconocer que el primer tiempo no fue bueno, como sí sería el segundo. Pero Leonel Vangioni, en esos primeros 45 minutos, cuando se apagaba la primera mitad, tuvo una corazonada para una gran corrida y la pupila para meter un centro estupendo que cabeceó de manera inolvidable Lucas Alario, para marcar un gol que jugaría el resto de la noche. Se fue al descanso sabiendo que si estaba firme y atento, no solamente iba a mantener el resultado sino que lo podía ampliar. Y ahí, en el complemento, apareció el River de Marcelo Gallardo, un River que presionó, que buscó en el campo rival y que le dejó apenas un ratito el balón a Tigres. Con la firmeza de su sistema defensivo ya no hubo sustos: Tigres no ofrecería ilusiones a su gente.

Con el correr de los minutos River fue enhebrando jugadas cada vez más importantes. Hasta que Carlos Sánchez, a los 29 minutos, fue derribado y el árbitro sancionó penal. El propio Sánchez convirtió el segundo y afirmó, de esa manera, el triunfo. Más tarde Leonardo Pisculichi metería un centro de novela, con curva, para que en lo más alto de América se eleve Ramiro Funes Mori para poner el tercer gol, el de la sentencia.


River terminó tocando, brillando como las luces que se ven en las tribunas y desde el cielo. Sin figuras excluyentes, sin ningún destacado de manera especial, la virtud se sostuvo en el grupo. River campeón de América, cosas del destino, superó la fase de grupos después de que Tigres le abriera la ventana.
Y el pitazo final y todos que se unen en un abrazo, con un estadio iluminado por las luces que forman un festejo interminable y merecido. Se viene la hora gloriosa del triunfo. Del festejo. River campeón de América, salud.