Pizzi eligió – Diario Jornada

Arrancó el campeonato y no es poca cosa. De vuelta los hinchas pueden disfrutar de fines de semana pegados a los medios para ver cómo salen sus equipos.

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Volvió la alegría a pesar de que no es lo mismo el fútbol sin la rivalidad expresada en el estadio. Es que no llegan los visitantes y, entonces, la fiesta no está completa. Sin embargo, la medida parece no ser la mejor para encontrarle la vuelta a la problemática de la violencia, algo que preocupa desde hace mucho. Pareciera nomás que no hay solución sin el compromiso de la dirigencia.
Así y todo, empezó el campeonato y dejó mucha tela para cortar.
En la vida hay que elegir y Juan Antonio Pizzi eligió que Correa se quedara. Teniendo en cuenta que, salvo Mercier, cualquier jugador podía ser cambiado, entre rendimientos flojos y tareas desparejas, decidió que a Correa no lo iba a tocar. El cronista, puesto en director técnico, lo hubiese cambiado al terminar el primer tiempo.
El pibe no andaba y punto. El conductor de San Lorenzo habrá pensado que, si ninguno estaba especialmente inspirado, al menos el rosarino podía ofrecerle una jugada. La famosa que se le atribuye a los cracks cuando se dice que son tipos que en una sola maniobra te cambian una historia. Y así fue nomás.
Ángel Correa encaró en el final del partido, cuando el sol oblicuo ya no entraba a la cancha y aventó el desencanto como se tira una piedra al medio del río. Encaró de la derecha hacia el medio, provocó la duda en los defensores –¿quien le sale?–, y cuando quisieron acordar, ya estaba Cauteruccio pateando hacia el agujero que ofrecía el arquero con sus piernas abiertas.
San Lorenzo concretó con ese gol su primera victoria y hubo justicia en el Nuevo Gasómetro. No como para pensar que así puede llegar lejos, más bien que no, pero sí con justicia. Fue más, en lo que alguien inventó como “volumen de juego”, que viene a ser una síntesis de tenencia, puntería en los pases, ocupación del terreno rival, cantidad de aproximaciones al área rival.
Si el parámetro es el volumen, nadie puede dudar que San Lorenzo ganó bien. Pero no alcanza para más. “Volumen” no es que lo único que importa, si llegás poco al arco y el portero rival es un tipo que obliga a mirar el papel del relator cada vez que hay que nombrarlo.
Mercier con Ortigoza y Piatti parecen el medio campo cantado, y el rato en el que estuvieron los tres fue lo mejor. De la supremacía fue que vino el éxito de Correa.
Volumen lo que da es más oportunidades a los que son diferentes, como Correa. Olimpo dará trabajo y nadie se las llevará de arriba. Perazzo mostró una idea interesante para estar detrás o delante de la linea de la pelota con rapidez, y perdió hacia el final.
Porque Pizzi eligió. “Si todos andan más o menos, le pongo fichas al que con una sola que haga me gana el partido”, pensó Pizzi. Y esta vez, acertó. Pero sabe muy bien Juan Antonio que hubiera bastado que Pérez Gadín metiera un gol de cabeza que estaba “hecho” para que este comentario tuviese mas reproches.
Correa, haber tenido razón, y el resultado, lo salvan del consternado “otra vez sopa” que flotaba en el estadio, antes de la foto de Cauteruccio convocando a las voces de agosto, voces que traían un poco de santa alegría.

 

Víctor Hugo