Según señaló el relator, «allí nació el equipo que mejor supo jugar de visitante en esta Copa Libertadores».
Las PASO de River fueron contra Boca. Allí nació el equipo que mejor supo jugar de visitante en esta Copa Libertadores. La definición del estilo del doble cinco, la obstinación por presionar, el avance entre líneas de sus defensores y mediocampistas, el derrotero de Ponzio como destructor inmediato de los afanes adversarios y la posición de Kranevitter, para anticipar lo más cerca posible del arco rival.
La elección final tomó a River en la cresta de la ola. El boceto exitoso de La Bombonera, se transformó en un plan definitivo que cumplió a rajatabla y lo ubicó en el centro de una noche que figurara por años como parte del patrimonio sensible de sus hinchas. Los padres que no sabían cómo explicar aquello de la B, alzaron a sus hijos al vacío cercano de sus brazos porque la grandeza de River se respiraba en el aire espeso del humo por el que se filtraban las imágenes de la felicidad, los colores, las luces de los celulares, en fin, todo aquello que es sinónimo de alegría colectiva.
Hay otras realidades navegando por los ríos entubados del fútbol. La estafa consentida por los clubes y las federaciones del continente al vender los derechos de la Conmebol a la televisión mafiosa de Argentina y Brasil, a Torneos y Traffic, dejó a D’Onofrio y demás dirigentes contando los centavos que recibe como premio un campeón de la Libertadores. No alcanza ni para pagar la luz lo que les queda. Esa es una batalla que sus dirigentes deben ganar, así como el Muñeco Gallardo y sus jugadores supieron vencer en la cancha a todos los rivales.
La AFA le dio a Torneos el derecho exclusivo de vender el partido del 5 de septiembre de la Selección. Ahí tiene D’Onofrio por dónde empezar a jugar como Gallardo.
D’Onofrio tiene muy cerca a Francescoli y Enzo sabe cuál es el grado de pudrición del fútbol continental porque fue su empresa la que desnudó la corrupción, mucho antes que la justicia norteamericana. Fue cuando Casal, su socio de Tenfield ofreció cinco veces más del dinero que la viciosa Conmebol recibía de la televisión ladrona. Tal fue la vergüenza que Torneos y Traffic, acto seguido a la oferta desechada por la indecente organización, decidieron pagar casi el doble de lo que tenían firmado.
River tiene que hacerse oír. No para que le den el fútbol a la empresa uruguaya que tiene entre sus comandantes a Francescoli. Lo que debe hacerse es tomar la cifra ofrecida para que sea la base de una disputa en la que entren todas las cadenas posibles. Que pongan sus ofertas sobre la mesa y que el fútbol sepa de una buena vez cuánto vale. No es, seguro, lo que las coimas a los dirigentes, habían pactado. No es con los corruptos rodeando una mesa y preguntándole como espiritistas a una lámpara que se mueve, cuál es el precio.
Hay momentos en los cuales las opiniones valen más y River tiene una gran oportunidad para hacer valer la suya. Si se desaprovecha en nombre de la amistad o sociedades con Burzaco, la gran ocasión de eyectar esa lacra de Torneos y Traffic del manejo del fútbol, River y el fútbol habrán perdido el tren una vez más. Si se recuerda que Burzaco estaba en La Bombonera forzando que el partido continuara la noche del gas pimienta, y lo hacía en nombre del negocio, se encuentra con facilidad la escasa estatura moral de los depredadores del fútbol.
La misma decisión que tuvo Gallardo para imponer las condiciones de juego en sus partidos de la Copa, debe sacudir la estantería de la Conmebol. Burzaco preso o con un grillete electrónico y 20 millones de dólares en una fianza, no es suficiente. La cómplice decisión de la AFA entregándole a Torneos la patente de corso para vender la selección nacional deja a la palabra vergüenza desprovista de su valor. El rango de ciertas palabras es insuficiente.
La AFA le dio a Torneos el derecho exclusivo de vender el partido del 5 de septiembre de la Selección. Ahí tiene D’Onofrio por dónde empezar a jugar como Gallardo