La curva perfecta de Mora para darle más belleza a un triunfo clave y merecido

River creyó en sus condiciones y buscó siempre, a pesar de que le costaba quebrar el vallado que le opuso Guaraní. Pero abrió la puerta con el oportunismo de Mercado.

Por Victor Hugo Morales

RiverGuarani

Ya en el primer tiempo, el equipo Millonario evidenció una leve supremacía, pero falló en que Lucho pudiera darle la última puntada. Ahí apareció la mano del entrenador: Gallardo cambió con buen tino y acertó. Lo puso al Pity Martínez para sumarle picante al ataque del equipo Millonario que fue ganando en el terreno: manejó la pelota, ocupó bien los espacios, se lanzó con acierto en todo el frente de ataque y buscó por todos los medios perforar a la cerrada defensa adversario. Así, jugando bien al fútbol, River llegó a la ventaja: convirtió en pelota detenida, en un córner, que colocó muy bien el ex volante de Huracán. Lo hizo como se debe: un centro abierto, que viene con la sensación que está apuntado a la frente de los compañeros que ingresan en el área con hambruna. Justamente así Martínez metió ese pase preciso, Alario la bajó de cabeza, peleando con los defensores rivales y Mercado alcanzó el espacio y la pelota, para poner el remate justísimo y lograr el primer gol. Clave, fundamental, importantísimo para River.

De ahí en más fue un equipo más seguro, más consolidado. Ya era justo que River tomara ventaja, pero lo bueno fue que el equipo de Gallardo siguió jugando bien, ya con mayor desenfreno, ante un público que completó la capacidad del Monumental y que alentó en todo momento. Con la conciencia de esa superioridad, River salió a definirlo, siguió intentando aplastar a un duro rival, ordenado, enjundioso, bien plantado. Pero que no pudo ante la capacidad de los mejores hombres de la Banda.

Fue Mora el que tuvo la oportunidad en un primer instante, cerca de la apertura del marcador, pero no pudo concretarlo. Claro que apenas debió aguardar un instante para que se produjera el instante supremo de la fría noche del Monumental. Un rechazo larguísimo, que prolongó Alario con excepcional tino, para la carrida de Mora. El delantero oriental picó desde la posición de ocho, con tal potencia que los guaraníes lo cruzaban sin poder detenerlo. Y cuando ingresó al área, ante la salida del arquero colocó una curva bellísima, para que la pelota besara el travesaño y se metiera en el arco del Río de la Plata.

En ese preciso remate precioso del muchacho de Rivera, Uruguay, quedó sellado mucho más que una victoria enorme, que debió ser por más de dos goles, por lo menos tres. Quedó sellada una actuación muy buena de River. En la que reapareció su capacidad para presionar bien allá, adelante, donde lo hacen los buenos equipos, característica fundacional de este esquema de Gallardo.

Sí, falto ese tercer gol que le hubiera dado una enorme garantía para el lance de siete días en terreno paraguayo. Pero este desempeño es suficientemente bueno como para calzarse la condición de gran favorito para tomar un lugar en la final de la Copa Libertadores de América. Porque no recibió goles de local y porque sí metió dos. Y porque además tendrá la tranquilidad de jugar expectante, a sabiendas que si llegara a tomar una nueva diferencia en ese partido de visitante, sería poco menos que irremontable. Ganó muy bien, con una actuación que su hinchada celebró con aplausos, acompañando permanentemente al equipo. Nunca hubo dudas de su superioridad pero sí de cómo podía llegar a plasmarla.

Y para hacerlo requirió de algunas individualidades que merecen ser resaltadas. Además de lo colectivo tuvo brillo en varios de sus jugadores. La defensa estuvo firmísima; Maidana ha jugado un partido estupendo teniendo que luchar con un jugador que se destacó muchísimo como Santander, el 9 de Guaraní. Hizo un buen encuentro Funes Mori. Los laterales no siempre pudieron realizar lo que más les gusta, que es el desborde, pero estuvieron muy eficientes, y Mercado además terminó convirtiendo el primer gol con un gran oportunismo dentro del área. Pero el jugador cumbre fue Kranevitter en el control de la salida del equipo rival, anticipándolo muchas veces, para dar vuelta la situación y ponerlo a River en ataque. Ponzio acompañó muy bien. Lucho González estuvo flojo demostrando que le falta para llegar a la mejor forma. El Pity Martínez le dio más electricidad al equipo. Alario respondió bien, especialmente de arriba, y Mora ha sido el autor de uno de los goles más extraordinarios de la presente edición de la Copa Libertadores. Encontró la belleza de una curva excepcional para darle belleza al buen triunfo de River.