Víctor Hugo comparó a Máximo con Messi: «La llevaba de taquito»

Clarín mintió una vez más. Pero le salió el tiro por la culata. En lugar de hundir a Máximo Kirchner le ofreció un crédito político que ninguna campaña puede lograr.

 

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El periodista a cargo de la información del diario de Magnetto, pidió en el programa de Rosario Lufrano, 24 horas para presentar las pruebas y anunció que, de lo contrario, ofrecerá las disculpas del caso. La entrevista que ofreció Máximo Kirchner en el programa radial de este periodista, significó, como en el acto de Argentinos Juniors, la prueba de un talento político que difícilmente el kirchnerismo pueda desperdiciar. La solvencia en los diversos temas tratados después de la enfática refutación a Clarín, entusiasmaron a las redes sociales y a los seguidores del Frente para la Victoria, al tiempo de alertar a los opositores sobre el error político del líder de Clarín, si el jefe de la agrupación La Cámpora dijo la verdad. En 24 horas dio a luz un fenómeno de repercusión y relanzó las chances políticas de Máximo si quiere sumarse directamente a la lucha de estos meses.

 

Cuando aparecieron los otros asuntos, en cambio, el cronista advirtió que, como suele hacerlo Lionel Messi, este Kirchner la llevaba de taquito.

 

Cuando el equipo de producción de La Mañana confirmó la nota, el firmante de esta columna pensó que la misma se agotaría en la desmentida ya perfilada en el comunicado del día anterior. Sin embargo, había otras puertas que se irían abriendo. Tanteando el camino, sin conocer los tiempos y la disposición del entrevistado a recorrer otras veredas, fueron surgiendo apreciaciones sobre la actualidad del país que marcaron un dominio pleno de los hechos de la actualidad. La particular cadena de radios y televisoras que se formó espontáneamente invitaban a seguir preguntando, pero es parte del manual de estilo autoimpuesto no tomar por sorpresa al interlocutor. Se pide una nota por un asunto. Luego hay que renovar el crédito para avanzar por otros carriles. Pero fue justamente en esos terrenos imprevisibles en los cuales el brillo de Máximo Kirchner se potenció.

El terma central, por la maldad que lleva en su vientre, duele en el alma. Allí Máximo se defendía con el tesón de un rugbier que tiene la pelota. Cuando aparecieron los otros asuntos, en cambio, el cronista advirtió que, como suele hacerlo Lionel Messi, este Kirchner la llevaba de taquito. Por eso la nota se convirtió en un gol cuyo replay se dio durante toda la jornada.